Un cambio de expresión

Por: Shamar Rinpoche – Mipam Chokyi Lodro

 

 

El texto en el que esta basado esta enseñanza es un tratado de cómo diferenciar la consciencia ordinaria y la consciencia original, escrito por Rangjung Dorje, el tercer Karmapa. Aunque corto (seis tomos), contiene los puntos principales para trabajar con la mente tanto cuando esta nublada por la ignorancia como cuando esta completamente consciente.

 

La mente en la raíz de la confusión

 

¿Quién creó el mundo? ¿de donde proviene la vida? ¿cuál es la causa del sufrimiento? ¿cómo podemos superarlo y ser felices?. Las personas inteligentes, a diferencia de aquellas que se contentan con permanecer ignorantes, se han preguntado a si mismas tales cosas desde los albores de la humanidad. Hace 2.500 años, el Buda Shakyamuni explicó la verdadera naturaleza de las cosas. Grandes pensadores a lo largo de la historia han alcanzado cierto grado de entendimiento de la naturaleza de la realidad, como fue perfectamente enseñado por el Buda. En este ensayo, vamos a examinar las diferentes escuelas de pensamiento.

 

Pensamiento no budista

 

El enfoque no teísta

 

En la antigua India había trescientos sesenta posiciones filosóficas no budistas diferentes, con respecto a la causa del mundo. Entre ellas estaba la escuela de pensamiento Samkhya, que mantenían que el mundo era parte de un ser creador. En su visión, el mundo es la creación de un Principio, que es un balance de felicidad, sufrimiento y neutralidad, y que tiene cinco características propias. Es permanente, único, no es materia inanimada, es invisible y tiene una capacidad no obstaculizada de producir emanaciones de sí mismo. El Principio es la causa del mundo; el mundo mismo es el comportamiento o funcionamiento del Principio. El mundo por lo tanto es parte del Principio y no externo a él, haciendo de la escuela Samkhya un ejemplo del tipo de filosofía que cree en el mundo como una parte del creador en vez de algo diferente del creador.

 

En el otro extremo esta el yo o entidad que experimenta el mundo y que es bastante diferente del Principio. Hay sólo un yo para todos los seres vivos. Ese yo es como un espejo de dos caras. Un lado mira hacia fuera y recibe el reflejo de las formas emanadas por el Principio. El yo toma esas formas como reales, cae bajo su influencia, es distraído por ellas y termina siendo engañado. Las emanaciones enviadas por el Principio llevan al yo a un estado de confusión y sufrimiento. Así que lejos de ser compasivo, el principio daña al ser.

 

Por lo tanto al estudiante Samkhya se le recomienda mantener la atención interna y permanecer sin distraerse de las manifestaciones del Principio engañoso. Mientras el estudiante mantenga esta actitud, los engaños del principio van a ser infructuosos. Consecuentemente, la práctica principal de esa escuela es la meditación que se asemeja a la meditación budista de la tranquilidad, con resultados similares. Cuando la mente es apartada de las distracciones del mundo externo se vuelve pacífica y estable. Ese estado feliz se describe como el resultado de la "vergüenza" del principio. No sólo se calma la mente del estudiante, sino que el Principio es inducido a reabsorber el mundo que ha emanado, y de esta forma el yo es liberado del engaño.

 

Así como su método de meditación, el estilo de vida Samkhya esta diseñado para reducir y finalmente eliminar la influencia del Principio. Permitirle al apego continuar es caer bajo el poder del funcionamiento del Principio, por lo tanto el estrés es derribado con el no apego como el método de la liberación. El estudiante Samkhya vivirá con tan poca comida y bebida como sea posible y de la calidad más ligera posible, con poca o nada de ropa, a menudo se les conoce como "los desnudos", y no tienen residencia permanente.

 

Hay muchas debilidades en la filosofía samkhya, sin mencionar que esta debe ser aceptada simplemente con una fe ciega. Muchas preguntas continúan sin respuesta: "¿De donde proviene el principio? ¿Por qué hay un solo yo o entidad para todos los seres vivos?, si ese es el caso ¿cómo es que cuando un individuo se libera, no se libera también el ser completo, es decir todos los seres vivos?" y así por el estilo. Pero a pesar de esas objeciones, la Samkhya era la mejor de las visiones no budistas existentes en la época del Buda Sakyamuni, ¿por qué?, porque reconocía que mientras el yo es controlado por la distracción, no hay liberación, y que el método para eliminar la distracción es meditar de modo que la mente se involucre menos en el mundo externo. En el tema de la mente, los Samkhyas tienen más entendimiento que las otras escuelas filosóficas de la India en aquel entonces.

 

Creencias Teístas

 

Otro tipo de filosofía es la del tipo de creencia teista que mantiene que el mundo es producido por un dios creador. Muchas de las creencias indias de aquel entonces caen dentro de esta categoría. Examinemos en mayor detalle las visiones y prácticas de los adoradores de Ishvara, que servirá como un modelo general.

 

 

Se dice que Ishvara posee ocho características: es único, constante, en movimiento, divino, merecedor de respeto, puro, el creador, y libre e independiente. La posesión de esas ocho características es lo que lo califica como un ser supremo. El mundo que el crea no es parte de su ser o funcionamiento, como en el caso del sistema Samkhya: su creación es y se mantiene alejada de si mismo, aunque tiene influencia sobre ella. El tiene el poder de enviar al cielo o el paraíso a aquellos que lo satisfacen y hacen su voluntad, y de enviar al infierno a todos los que los desobedecen o desagradan. Los principios prácticos de los Ishvaritas consisten en hacer sacrificios de fuego y otras ofrendas para agradar a su dios, meditando en las formas visualizadas de Ishvara y realizando varias prácticas yógicas.

 

 

Cómo la visión Samkhya, la creencia Ishvarita tiene que ser aceptada por fe ciega simplemente, dejando muchas preguntas sin responder. La falla trágica en ese tipo de filosofía es que no explica de donde viene el creador mismo. Además se pueden alegar las siguientes objeciones a las supuestas características del creador: se dice que es constante y al mismo en movimiento, pero esa son dos características mutuamente excluyentes, ya que el movimiento implica cambio. Además su pureza se describe como la "quintaesencia de la gentileza amorosa y la compasión", pero tiene el poder de enviar al infierno a los seres que le desagradan, eso parece ser inconsistente con una de las ocho características, que es la pureza. Esas son sólo algunas de las objeciones que pueden surgir, y las mismas dudas aplican a otras visiones dependientes de un dios creador.

 

 

Tanto la escuela Samkhya y las escuelas que creen en un dios creador fallan en ver que la raíz de la existencia cíclica y su miseria esta en el aferramiento a la noción del "Yo" o ego. Sin entender la causa del sufrimiento son incapaces de eliminarlo. Aún cuando algunas de sus prácticas – por ejemplo, la meditación de tranquilidad de los Samkhyas y la visualización de las tradiciones de dioses creadores – son similares a los métodos usados en el budismo, debido a que su punto de vista inicial esta errado, sus métodos no pueden ser efectivos. Están errados.

  

Eso también puede suceder en el Budismo Tántrico. Alguien que se involucra en prácticas de visualización sin reconocer que la forma visualizada es al mismo tiempo vacía de algún ser o existencia real esta cometiendo el mismo error que un practicante teista. En el tantra la fase creativa de la visualización debe ser siempre asociada con la fase de finalización, es decir que la visualización siempre debe estar basada en un entendimiento de la vacuidad, la perfección de la sabiduría. El meditador que no ha comprendido el aspecto central del vacío y que medita en la fase creativa, esta practicando como un Ishvarita. En su trabajo el Bodhicaryavatara Shantideva dice que si uno no reconoce la madre Prajnaparamita (la vacuidad de la perfección de la sabiduría), todas las prácticas tántricas producirán el mismo resultado que los puntos de vista teistas.

 

 

El punto de vista nihilista

 

Otro tipo de creencia rechaza todas los puntos de vista referentes a la causa del mundo. Sus practicantes dicen: "el sol sale, los ríos fluyen de la montaña, los guisantes son redondos, las espinas son afiladas, el ojo de la pluma del pavo real es bella. Eso y todas las cosas del mundo no son echas por nadie, ocurren naturalmente por sí mismas". Tal actitud rechaza completamente las nociones de causa y efecto y de futuras vidas, y es por lo tanto completamente amoral, ya que las acciones, buenas o malas, se consideran que no tienen ninguna consecuencia.

 

Ese punto de vista es el menos inteligente de todos, y puede ser refutado simplemente observando el trabajo de la ley de causa y efecto alrededor de nosotros. Si no existiera tal ley, todo sería completamente arbitrario. Uno sembraría trigo y obtendría cebada, los humanos podrían dar a luz animales, etc. Ya que obviamente ese no es el caso, el punto central de aquellos que sostienen la ausencia de causa y efecto puede ser fácilmente descartada.

 

Todos los puntos de vista considerados hasta ahora han sido no budistas. Ninguno de ellos le permite a sus seguidores superar el sufrimiento de la existencia cíclica, por la simple razón de que, a pesar de las diferentes teorías, permanecen ignorantes de su causa fundamental.

 

Pensamiento budista

 

 

En contraste con las visiones anteriores, las diferentes escuelas de pensamiento budista reconocen que es la ignorancia y el aferramiento al ego lo que causa y perpetúa la existencia cíclica, y que la liberación de tal existencia involucra la erradicación de la mente emocionalmente afligida. Entre las cuatro principales escuelas de pensamiento budista algunas son consideradas superiores por la virtud del hecho de que aunque todas proveen los medios para alcanzar la liberación de la existencia cíclica, no todas ellas tienen el propósito de llevar a sus estudiantes a la perfecta Budeidad completa en todos sus aspectos.

 

Los vaibhasikas

 

Comencemos nuestro examen de las escuelas filosóficas budistas con una revisión de la visión vaibashika. Esta escuela enseña que todas las formas burdas que encontramos son reales sólo en un sentido relativo, que su realidad definitiva consiste de partículas indivisibles o átomos, en el sentido original de la palabra, de los diferentes elementos de los cuales están compuestos: tierra, agua, fuego, aire y espacio. Esas partículas existen pero no son producto de una creación.

 

 

Así como la realidad definitiva de las formas del mundo externo es la partícula, la realidad definitiva de la mente misma es el "momento mental", el "átomo mental", un instante indivisible de consciencia. Esos momentos mentales son reales, pero la duración de la mente no es real. La mente del pasado se ha ido, la mente del futuro aún no ha llegado, así que lo único que puede ser considerado existente es el momento presente de la mente, lo que nos parece la continuidad de la mente es simplemente la suma de una serie de momentos mentales. Por lo tanto el fenómeno de la mente, como las formas burdas del mundo externo, son solo relativamente reales, su realidad definitiva son las partículas indivisibles.

 

Todas las escuelas budistas reconocen que el sufrimiento ocurre debido al mal entendimiento sobre la relación entre la mente que conoce y los objetos de los cuales tiene conocimiento. La mente confundida se aferra a la idea de su propia identidad que la separa de los objetos que percibe, considerándolos reales. Esa separación implica que cuando un objeto es juzgado por la mente como "bello", entonces el apego ha surgido, y cuando el objeto es juzgado como "desagradable" se produce un sentimiento de aversión. Siguiendo a esas dos reacciones, la mente aferrándose o alejándose del objeto, la mente confundida se aflige por las emociones, sus acciones están sujetas a la ley de causa y efecto y el resultado es el sufrimiento.

 

El reconocimiento de este proceso es común a todas las escuelas budistas. Las diferencias están en la visión de la naturaleza exacta de la conexión entre la mente y los objetos. La escuela Vaibhasika sostiene que hay un contacto directo entre la conciencia de los órganos sensoriales y sus objetos, sin ningún intermediario involucrado. La próxima escuela que analizaremos, la Sautrantika refuta esto.

 

Los sautrantikas

 

 

 

 

De acuerdo con la visión Sautrantika, cualquier contacto directo entre la mente y las partículas del mundo externo es imposible debido a las radicales diferencias en sus respectivas naturalezas. La mente es clara como un cristal y consciente. El mundo material esta muerto e inanimado. La mente puede sólo reconocer algo que es de la misma naturaleza que si misma, por lo tanto el conocimiento del mundo externo debe ocurrir a través de algún proceso diferente al de un encuentro directo entre la mente y la materia.

 

Los Sautrantikas postulan una imagen accesible mentalmente del objeto material producida como un efecto natural de la existencia del objeto, que puede ser captada y conocida por la mente porque es de la misma naturaleza que la mente, el objeto es real y existe, pero estaría escondido para la mente de no ser por la emanación mental que produce la cual puede ser recogida por la mente. La mente toma esa imagen mental como real, y ese constituye el proceso descrito anteriormente que culmina en sufrimiento. Nótese que no es el objeto mismo el que causa sufrimiento, sino el aferramiento de la mente a la realidad dada a la imagen mental que el objeto produce.

 

Tanto la visión Vaibhasika como la Sautrantika pueden llevar al discípulo al estado de Arhat. Mediante el análisis meticuloso del pensamiento de la mente y el cuerpo como un "Yo", el discípulo es liberado del aferramiento al ego mediante la realización que en todo lo que esta basado su idea del "Yo" puede ser reducido a partículas físicas o mentales impersonales, ninguna de las cuales puede justificar la existencia del "Yo" que el tanto aprecia. Esa realización del no-ego le permiten al discípulo desvestirse de sus emociones aflictivas y alcanzar el estado de Arhat.

 

A este proceso analítico los Sautrantikas le añaden su entendimiento de que el cuerpo al cual están tan apegados no es ni siquiera el cuerpo real compuesto de partículas sino su imagen mental, una razón menos para considerarlo real e identificarlo como un "Yo". Ambas escuelas practican la meditación para calmar y estabilizar la mente para desde allí cristalizar su examen analítico.

 

Debido a que ambas escuelas creen en la realidad definitiva de las partículas que construyen la mente y la materia – ya sea mediante contacto directo o indirecto dependiendo de la visión de cada escuela – están obligados a mantener que luego de que todos los seres alcancen la iluminación, el mundo externo, sin vida continuará existiendo. De acuerdo con las enseñanzas de la perfecta sabiduría es precisamente tal visión la que evita la realización de la perfecta Budeidad, ya que causa un velo sutil que nubla la omnisciencia. Sin embargo, una vez que el discípulo alcanza el estado de Arhat su mente ya no esta nublada por las emociones, puede entonces sumergirse en una contemplación inagotable, en la cual se da cuenta de su error y ajusta la visión para limpiar lo velos finales descubriendo la completa iluminación.

 

 

Uno puede preguntarse por qué el Buda enseñó las visiones mantenidas en estas dos escuelas, si de hecho ninguna partícula existe, ya sea material o mental, para construir las cosas del mundo material o mental. La razón es que tales enseñanzas son indispensables para esas personas que no están capacitadas para aceptar la no realidad del mundo externo. La teoría de partículas, a pesar de su incapacidad de llevar al discípulo a la completa iluminación, es capaz de liberarlo de sus emociones perturbadoras y garantizarle el estado de Arhat, con el tiempo su entendimiento se expandirá a puntos en los cuales pueda aceptar la verdad sobre los objetos del mundo externo y progresar gradualmente hacia la completa budeidad.

 

La visión Mahayana

 

 

Para aquellos capaces de alcanzar directamente la completa iluminación el Buda enseñó la verdad completa sobre la mente y el mundo material. Explicó que es la falta de conciencia de la mente sobre su propia naturaleza lo que hace que surjan diferentes mundos y los diversos seres que los habitan. Debido a tal ignorancia, la mente se concibe al mundo exterior separado de sí mismo sin embargo el mundo es realmente la proyección propia de la mente. Por lo tanto no es algo que existe como parte de su ser creador, ni es externo a su creador ni una combinación de ambos factores y tampoco es libre toda causa.

 

Si fuera parte del ser creador, este ya existiría y no habría necesidad de llevarlo a la existencia una segunda vez. Si fuera externo al creador también tendría que existir previamente para poder ser definido como externo a un creador pre-existente. ¿Cómo puede haber un objeto sin haber previamente un "Yo"? Decir que el mundo surgió de una combinación de ambos factores es cometer ambos errores al mismo tiempo. Y en cuanto a la no causalidad ya hemos establecido que puede ser descartada obviamente, ya que podemos ver con nuestros propios ojos que los padres producen niños, como el trigo surge de la semilla, sus causas, etc.

 

 

Entonces, ¿Qué es el mundo? El Buda enseñó que esta hecho de relaciones interdependientes. Una cosa esta basada en otra, que a su vez es dependiente de algo mas. Nada puede calificarse como verdaderamente existente, porque para que algo exista debe ser un fenómeno autocontenido e independiente. No hay por lo tanto una causa del mundo, porque no hay existencia en si misma. Tomemos el ejemplo de una casa: no hay casa que exista independientemente del piso, techo, paredes, etc. Aún esas mismas partes no existen independientemente de sus propios componentes. Ni siquiera la más pequeña partícula posible existe independientemente de sus diferentes partes, no hay mente existente independientemente de sus momentos mentales. Relativamente hablando, la casa, las paredes, el átomo, la mente, todas tienen la misma realidad, pero un examen detallado y cercano revela que ninguno de ellos es independiente de sus partes; por lo tanto están vacíos de realidad verdadera en si mismos.

 

 

Tenemos por lo tanto dos tipos de realidades: la verdad relativa que parece estar allí, y la verdad absoluta que es lo que realmente está allí. Esas dos verdades o realidades no son una, no son lo mismo, de lo contrario observar una implicaría observar la otra, lo cual no es el caso, porque podemos permanecer ignorantes acerca de la realidad última de los objetos aún cuando observemos su realidad relativa.

 

No es justificable decir que la realidad relativa es falsa, porque su apariencia es genuina, tal como el reflejo de un espejo o la ilusión de un mago están allí. Sin embargo, al no poseer una esencia verdadera en si misma, esta "vacía" de significado desde el punto de vista de la realidad definitiva, por lo tanto también sería equivocado decir que la realidad relativa es verdadera.

 

El entendimiento de cómo surge el mundo de la mente puede entenderse mediante dos aproximaciones. Uno puede tener un entendimiento directo, obtenido mediante la meditación u otras prácticas que tienen el efecto de reducir lo suficiente la ignorancia de modo de permitirle a la mente hacerse consciente de su propia naturaleza y funcionamiento. Eso no depende del lama, sino enteramente de los esfuerzos del discípulo. Otro entendimiento de tipo inferior, aunque esencial para aquellos cuyo directo entendimiento esta nublado por la ignorancia, es el que emerge de la deducción lógica y el razonamiento válido. A través de escuchar explicaciones y argumentos y reflexionar en ellos, uno puede deducir que el mundo surge de la mente. Ese tipo de proceso es similar a observarnos en un espejo y ser capaces de decir si es bello o no. No estamos observando el verdadero rostro, sino un reflejo de él, pero también podemos alcanzar una conclusión. Para tomar otro ejemplo podemos deducir la presencia de fuego al vislumbrar el humo, aún sin ver el fuego directamente. Ese tipo de entendimiento indirecto es suficiente para comenzar, ya que provee las bases de la meditación que eventualmente llevará a un entendimiento más valedero y directo.

 

La manifestación: realización de la mente

 


 

En el acto de conocer hay dos elementos: el conocedor, que es la mente interior, y lo conocido que es el objeto del cual la mente tiene conocimiento. Debido a los efectos de los objetos sobre la mente, hay obviamente una conexión entre ambos. Los objetos hermosos generan apego, los objetos desagradables producen aversión y los objetos neutrales indiferencia. Por lo tanto los objetos y la mente tienen la misma naturaleza esencial, hay una relación causal entre ambos, como la conexión que existe entre el humo y el fuego.

 

 

Los sautrantikas han mencionado que para que la mente conozca algo es necesario que el objeto sea de la misma naturaleza de la mente. Si los objetos fueran materiales en sustancia, ¿cómo podrían ser conocidos por la mente? La mente es inmaterial y sin forma. Su esencia desafía la descripción. No puede ser descrita en términos de forma, color o lo que sea. Sin embargo la esencia de un fenómeno material es bastante definible; uno puede hablar de su forma, dimensiones y color. Dada la completa diferencia en la esencia de ambos, material e inmaterial, cualquier contacto entre ambos sería descartado. La cognición visual nunca podría relacionarse con la forma, la cognición auditiva nunca podría captar el sonido, y así por el estilo. Esa diferencia misma en la naturaleza de ambos impediría una relación causal. Totalmente extraños en naturaleza, ¿cómo pueden los objetos materiales ocurrir como resultado de la mente?, o ¿cómo puede la mente ser producida por objetos materiales?

 

La única conclusión a la que uno puede arribar es que los objetos son mente, en cuyo caso no surgen problemas. La mente puede tener conocimiento de los objetos porque están hechos de mente y la mente puede dar origen a la mente. Tomemos el ejemplo de un sueño: si uno sueña con un caballo, uno puede percibir el caballo porque esta hecho por la mente, es producido por la mente y tiene la misma naturaleza. De la misma forma, todos los diferentes objetos y el conocimiento sensorial que alimenta los procesos mentales están compuestos de mente.

 

De hecho si miramos mas de cerca, descubrimos que un mundo material compuesto por partículas indivisibles es una teoría insostenible por la imposibilidad de su existencia. Un "átomo" ha sido definido como la partícula más pequeña posible, al punto de ser imposible seguir dividiéndola. Si algo no es divisible significa que no tiene dimensiones, ya que de lo contrario podría dividirse en su parte delantera y trasera, superior e inferior, etc. Así que por definición un átomo no tiene dimensiones, pero si es así ¿como se juntan para formar masas de mayores dimensiones? Sin dimensiones un átomo no tiene caras o lados con los cuales adherirse a otros ya sea directamente o a través de algún tipo de fuerza. El mismo argumento se aplica a las partículas mentales, el momento mental, del cual se dice que la mente esta compuesta. La teoría atómica es consecuentemente reducida al absurdo.

 

Al principio puede ser difícil aceptar que el mundo no esta compuesto de átomos. Podemos objetar que es bastante obvio que el mundo esta compuesto de partículas. Una casa por ejemplo, es un conglomerado de piedras, cemento, etc. Un niño en la playa construye un castillo de granos de arena. Sin embargo esta es la manera como se pueden presentar las cosas a la mente confundida, pero no es así en realidad. La mente confundida es como una mente soñando que piensa que lo que esta teniendo lugar es real. Uno puede soñar con un niño en una playa construyendo un castillo de arena, pero ni el castillo ni los granos de arena son reales, solo parecen reales a la mente confundida que sueña. Similarmente, puede parecer que los objetos están compuestos de partículas en términos de la realidad relativa, pero en términos de la verdad definitiva ninguno de los objetos de los sentidos tiene realidad material.

 

Cuando hablamos de objetos sensoriales, debemos recordar que la mente también tiene su propia facultad con su conocimiento correspondiente, que conceptualiza la información recibida por sus cinco facultades sensoriales. Los objetos del sexto sentido, la mente, son llamados dharmas, siendo en este caso un dharma algo sobre lo que la mente puede tener conocimiento. El siguiente ejemplo ilustra la relación entre una de las cinco facultades sensoriales y la facultad mental.

 

 

En el acto de observar un vaso, el vaso es una forma que se presenta a si misma a la facultad visual, es reconocida como una forma (pero aún no como un vaso) por la facultad visual, y entonces es transmitida como un dharma, algo que puede ser conocido por la facultad mental. Registrada por la cognición de la facultad mental, la mente comienza un proceso de discriminación de modo de conceptualizar el objeto de conocimiento. Trabajando con las experiencias pasadas, la mente puede reconocer que la imagen obtenida no es por ejemplo una copa o una cuchara sino un vaso. La etiqueta apropiada es aplicada, y la imagen transmitida es reconocida por la mente como un vaso.

 

La facultad mental y su cognición por lo tanto tienen el rol de conceptualizar objetos y percibirlos como esto o aquello distinguiendo un objeto de otro. La facultad mental también evalúa el objeto, juzgándolos como placenteros, desagradables o neutrales, que produce la reacción correspondiente de inclinarnos o alejarnos del objeto.

 

El conocimiento perteneciente a los cinco sentidos no tiene nada que ver con las conceptualizaciones, ellos son conscientes solo de formas, sonidos, olores, sabores y sensaciones táctiles. La conceptualización de la facultad mental es por lo tanto la responsable del mundo a nuestro alrededor. Por ejemplo si el atractivo de una tigresa es parte de su propia naturaleza, entonces la tigresa sería atractiva no solo para el tigre macho, sino para el hombre y cualquier otro tipo de animal. Dado que no es este el caso podemos concluir que el atractivo no es debido a ella, sino que surge como parte de las conceptualizaciones de la facultad mental del tigre.

 

Esto muestra como el mundo entero a nuestro alrededor esta delineado por la actividad conceptualizadora de la mente.

 

Extracto del Libro: Change of Expression. Working with the emotions. Publicado por Editions Dzambala.

 

Traducido de Buddhism Today. Volume 8. 2000.