Por Dodrupchen Jikmé Tenpé Nyima
Necesitarás hacer preparaciones antes de que el tiempo se acabe. Hay muchos aspectos respecto a esto, pero no entraré aquí en demasiados detalles. Brevemente, entonces, esto es lo que deberías hacer cuando te aproximes al tiempo de tu muerte.
Reflexiona una y otra vez: “Si la muerte viene, tarde o temprano, finalmente, no habra más alternativa que entregar este cuerpo y todas mis posesiones. Esto es así para todo el mundo”.
Pensando en estas líneas, corta completamente los lazos de deseos y apegos. Confiesa todos los actos nocivos cometidos en esta y todas tus vidas, así como los olvidos o rotura de promesas en que puedas haber incurrido, conciente o inconcientemente, y realiza repetidas plegarias para nunca volver a actuar de esa manera en el futuro.
No tengas nervios o aprehension acerca de la muerte. En cambio trata de elevar tu espíritu y cultiva un claro sentido de recogijo, trayendo a la mente todo lo positivo, cosas virtuosas que haz realizado en el pasado. Sin sentir ni un poco de orgullo o de arrogancia, celebra tus logros una y otra vez. Dedica todos tus méritos y realiza repetidas plegarias de aspiración, de manera que en todas tus vidas futuras estés en condiciones de entregarte de corazón, al sendero del Supremo Vehículo, bajo la guía de un amigo espiritual virtuoso, y con cualidades como: fe, diligencia, sabiduría y plena presencia –en otras palabras, las más perfectas circunstancias, en lo externo y en lo interno. Ruega también nunca caer bajo la influencia de compañías nocivas o de emociones destructivas.
Los textos del Vinaya explican que una de las causas principales para lograr una forma suprema de renacimiento, como la de quien conduce una vida disciplinada en la presencia de un Buda como ejemplo, es hacer plegarias y aspiraciones en el momento de la muerte. Esto es por lo que se dice que cualquiera sea el último (pensamiento) y cualquiera sea el más habitual” tendrá tremendo poder.(1)
A las plegarias de aspiracion que hagas, puedes dar impulso o ímpetu adicional haciendo plegarias como la siguiente:
“En todas mis vidas, haré todo cuanto pueda para practicar en el Sendero de la Vacuidad con Compasión como su Verdadera Esencia! Para apreciar la importancia de esto, considera cuánto más efectivo es decirse fuertemente a sí mismo: “Me despertaré temprano por la mañana!” que decir simplemente: “Que pueda despertarme temprano”
Para llevar a cabo más fácilmente cualquier plegaria que hayas hecho o las intenciones que hayas formulado, es sumamente beneficioso confiar en una encarnación o personificación del poder espiritual. Trae a la mente, entonces, a aquella por la que tienes la más grande devoción, o por quien tu sientes la más profunda conexión a través de tu práctica, si es el grande y glorioso Maestro Oddyana, Guru Rimpoche, o el Noble Avalokiteshvara, el Señor del Mundo, con la segura confianza que él o ella es la encarnación de todas las preciosas fuentes de refugio, ruega concentradamente para la realización de todas tus aspiraciones.
En el momento mismo de la muerte será difícil reunir suficiente fuerza mental para meditar sobre algo nuevo o no familiar, y es por lo que debes elegir antes, una apropiada meditación y practicarla hasta familiarizarte con ella-. Entonces, mientras estes muriendo, debes dedicar tus pensamientos a la meditación todo los que te sea posible, ya sea recordando al Buda, focalizándote en el sentimiento de compasión, cultivando la Visión de Sunyata o recordando el Dharma o la Sangha.
Para que esto ocurra exitosamente, es importante que antes te entrenes pensando: “Desde ahora en más, mientras atravieso esta crítica circunstancia del tiempo de muerte, no permitiré que ningún pensamiento negativo entre en mi mente”
Los santos del pasado tenían este dicho: “Mejor que la abundancia de actos virtuosos hechos con una mente embotada y oscurecida, es sólo una acción virtuosa de un día hecha con claridad mental”. Como aquí dice, si practicas todo esto habiendo hecho primero esfuerzos para desarrollar un sentido de inspiración y alegría, será mucho más efectivo.
Si bien es difícil para los que son como yo beneficiar a otros, recitaré los versos de refugio y rogaré que en tus futuras vidas puedas seguir las enseñanzas del Mahayana.
Escrito por el llamado "El Sin Temor" (Jikmé)
Traducido por Adam. Dedicado a la memoria de Ian Maxwell.
(1) En otras palabras, los pensamientos que tienes en el momento de la muerte y aquellos que se han vuelto más habituales en tu vida tendrán mayor influencia en determinar nuestro renacimiento.
Traducido del Inglés por Iris Frontini, para beneficio de todos. Levemente editado por Ngakpa Thondup.