dalailamahead.jpgEste es un fragmento de una conferencia que dictó S.S El XIV Dalai Lama en una universidad norteamericana. En esta charla, delinea la importancia del estudio y del análisis como un aspecto inseparable de la práctica de la contemplación y la meditación.

Ambos corresponden a aspectos inseparables del método budista para cultivar los 3 tipos de Prajna (Sherab) o Sabiduría del Discernimiento: (1) el de estudiar por medio del escuchar, leer, observar,etc., (2) el de analizar que vienen del hacer preguntas, aclarar dudas, y observar la realidad interna y externa a la luz del entendimiento y sentidos común, y (3) el que viene de meditar, que es la experiencia de entrar en estados de absorción meditativa, meditación analítica, visión profunda y contemplación.

¡Que lo disfruten! ¡Sarva Mangalam!

Ngakpa Thondup

La Actitud Analítica Budista

(Extracto del libro de S.S. El XIV Dalai Lama “Hacia la Paz Interior” )

Estoy muy contento y me siento profundamente honrado de hablar aquí, en esta famosa universidad, sobre budismo y concretamente acerca de su filosofía. Trataré el budismo desde la amplia perspectiva de las cuatro verdades nobles, exponiendo los temas en mi limitado inglés cuando crea poder  hacerlo; en caso contrario será mi intérprete quien traduzca mis palabras.

Los temas que plantearé son las escuelas budistas de aserción y las visiones que en ellas se expresan. Hablaré principalmente sobre el sistema de la Escuela del Camino Medio y de la Escuela de Sólo Mente. Si tratara de exponer las enseñanzas de todas las escuelas, no sólo os confundiríais vosotros, sino que probablemente también lo haría yo.

En nuestra era, el maestro de la doctrina budista fue Gautama Buda, que nació en la India, en el seno del clan de los Sakyas. La historia de la vida de Buda se narra en tres partes: una generación inicial de la intención altruista de alcanzar el estado iluminado; posteriormente su acumulación de las sumas de mérito y sabiduría y, por último, el logro de la iluminación y la puesta en marcha de la rueda de la doctrina. La razón por la que su historia se presenta de esa manera es porque, en el budismo, no existe ningún maestro que estuviera iluminado por toda la eternidad sin origen, sino que toda persona debe alcanzar la iluminación por primera vez.

Al haber cuatro escuelas de aserción dentro del budismo, existen muchas explicaciones diferentes acerca de cómo estimular una intención altruista para lograr la iluminación, cómo realizar las acumulaciones de mérito y sabiduría y cómo alcanzar la iluminación. Desde un punto de vista general, Buda, llamado entonces Shakyamuni, logró primero la aspiración de alcanzar la iluminación con el fin de obtener el bienestar de los seres sintientes, siendo el bienestar de todos ellos su deseo primordial, y su propia iluminación el medio de lle varlo a cabo. Después, en la fase intermedia, realizó las acumulaciones de mérito y sabiduría durante tres períodos de innumerables eones, al término de los cuales alcanzó la iluminación completa y perfecta.

 

Dado que la historia de la vida de Shakyamuni es ampliamente tratada por la literatura budista, no considero necesario repetirla aquí. Para mí, tiene un gran significado que el modo de vida de Buda, el de Jesucristo y otros maestros del pasado estén marcados por la simplicidad y la devoción en beneficio práctico de los demás. Todos estos líderes ejemplarizan insuperablemente, con su comportamiento, la aceptación voluntaria del sufrimiento -sin tener en cuenta las fatigas- con el fin de obtener el beneficio de otros. Aunque Buda, por ejemplo, nació en el seno de una familia rica, sacrificó todas esas comodidades mundanas y permaneció en un área remota ejercitándose entre grandes dificultades. Sólo después de lo anterior, alcanzó la iluminación. Como seguidores de estas doctrinas, debemos asegurarnos de tener en consideración esta similitud esencial. Después de lograr el estado de Buda en Bodgaya, Shakyamuni permaneció varias semanas sin enseñar, sin hacer girar la rueda del dharma. Alcanzó la iluminación el decimoquinto día del cuarto mes -del calendario indotibetano- y comenzó a hablar de su doctrina el cuarto día del sexto mes. Esto es mañana; ¡ sólo falta un día !

 

La primera vez que hizo girar la rueda de la doctrina fue en Varanasi, con un discurso, principalmente para cinco ascetas, acerca de las cuatro verdades nobles. Antes de tratar sus enseñanzas sobre las citadas verdades nobles, orientémonos un poco abordando el tema básico de los tres refugios.

 

Refugio

 

¿Qué tipo de refugio ofrece el budismo? ¿Cómo diferenciar entre budistas y no budistas ? Desde el punto de vista del refugio, un budista es aquel que acepta a Buda, su doctrina y la comunidad espiritual como refugio final.

 

Desde el punto de vista filosófico, un budista es aquel que mantiene las cuatro visiones, las cuales se explicarán después, que garantizan una doctrina como budista. Respecto a los tres refugios, llamados las Tres Joyas, decimos que Buda es el maestro del refugio, pero que el refugio verdadero es el dharma, la doctrina. El propio Buda dijo: «Yo enseño el camino de la liberación. La liberación en sí depende de vosotros ».

 

 La comunidad espiritual se refiere a aquellos seres que nos ayudan en la realización del refugio.

 

Buda

 

Según los sistemas más altos de aserción, ¿ qué es un Buda? Originalmente, todos nosotros tenemos las bases para ser un Buda -los factores esenciales de cuerpo, palabra y mente- y, debido a ellas, es posible desarrollar el cuerpo, la palabra y la mente sublimes del estado búdico, la culminación del camino. En términos de la mente sublime de un Buda, se distinguen dos factores: el factor cognoscitivo de la mente y la « talidad », o modo último de existencia de ésta. Estos dos factores son los llamados el Cuerpo Verdadero de Sabiduría y el Cuerpo de Naturaleza de un Buda, y juntos se conocen como el Cuerpo de Verdad.

 

 Dentro de la entidad del Cuerpo de Naturaleza en sí, se diferencian dos tipos: la realidad última o esfera de la realidad, en la cual los engaños se extinguen, y el factor de haberse separado de esos engaños a través del poder de su antídoto. Éstos son los factores de pureza natural y pureza por estar libre de los engaños temporales, los dos aspectos del Cuerpo de Naturaleza.

 

La doctrina.

 

De entre las Tres joyas que constituyen un refugio budista -Buda, la doctrina y la comunidad espiritual-, la joya de la doctrina se divide en dos: las cesaciones verdaderas y los caminos verdaderos. Las cesaciones verdaderas son el verdadero refugio, ya que, al ser estados separados del sufrimiento y sus causas, proporcionan protección de lo no deseado. Los verdaderos caminos son los medios para lo grarlas de un modo directo. He aquí la razón por la que las cesaciones verdaderas y los caminos verdaderos son el refugio real. Las siguientes conferencias tratarán, en gran medida, sobre la esfera de la realidad en la cual los engaños son suprimidos.

 

La doctrina se divide en las formas verbal y de realización; la última está compuesta por las cesaciones verdaderas y los caminos verdaderos. Éstos constituyen la doctrina que es realizada. Los verdaderos caminos son básicamente aquellos que eliminan realmente los engaños -adiestramiento de la sabiduría-, pero también incluyen la base que hace posible la sabiduría, el adiestramiento de la estabilización meditativa, así como la base que hace posible la estabilización meditativa, el adiestramiento de la ética. Estos tres adiestramientos -ética, estabilización meditativa y sabiduría- son la doctrina de la realización, y los temas que toman estos tres adiestramientos como objeto son la doctrina verbal, los modos de expresar esos temas, las tres compilaciones de las escrituras: el conocimiento manifiesto, el conjunto de discursos y la disciplina.

 

Como dice Maitreya, en los Ornamentos para los sutras del Gran Vehículo, « las compilaciones de las escrituras pueden ser dos o tres ». Así pues las tres ya mencionadas o bien sólo dos: las de los Vehículos del Oyente y del Meditador Solitario y las del Vehículo del Bodisatva.

 

La comunidad espiritual.

 

La Joya de la comunidad espiritual está compuesta por Bodisatvas, Oyentes y Meditadores Solitarios que han alcanzado, al menos, el nivel del Camino de la Visión, en el cual la vacuidad es comprendida de un modo directo. Debido a esta comprensión, son llamados Superiores.

 

Los Bodisatvas Superiores son aquellos que han logrado la realización de cualquiera de los diez fundamentos. Existen muchos modos distintos de enumerar los niveles o fundamentos de la práctica; uno, aquel en el que los niveles del Camino de la Acumulación y del Camino de la Preparación, llamados los fundamentos de la práctica a través de la fe, están incluidos como una única categoría adicional, y otro aquel en el que, incluso considerando sólo los niveles de los Superiores, se efectúan más divisiones en el décimo nivel, etc. De este modo, llegamos a tener explicaciones sobre once, trece o quince niveles. También, especialmente en conexión con el Tantra, hay muchas maneras de enumerar los fundamentos. Por otro lado, desde el punto de vista de un practicante altamente desarrollado, cuyo modo de proceder es muy rápido debido a la utilización de los caminos mántrico o tántrico de la mente de la clara luz, algunos eruditos mantienen que es un error enumerar los caminos y niveles, específicamente refiriéndose a aquellos que han obtenido la realización del gran sello final. La razón citada es que es erróneo utilizar las explicaciones de un modo de proceder muy lento para el modo veloz de proceder en el Mantra.

 

Por lo que respecta a los Oyentes y los Meditadores Solitarios, se describen ocho fundamentos o niveles. Éstos se explican de un modo más oportuno mediante los cuatro frutos de la práctica: 1. El que entra en el continuo: aquel que ha percibido la verdad direct amente.

2. El que retorna una vez: aquel que ha abandonado los seis grados de emociones aflict ivas pertenecientes al Reino del Deseo. 

3. El que nunca retorna: aquel que ha abandonado los nueve grados de emociones aflictivas pertenecientes al Reino del Deseo.

4. El Destructor del Enemigo: aquel que ha abandonado los ochenta y un grados de emociones aflictivas pertenecientes a los tres reinos: el Reino del Deseo, el Reino de la Forma y el Reino Sin Forma.

 Como podemos ver, existen numerosas divisiones respecto a la comunidad espiritual que nos ayuda a alcanzar el refugio.

 
Buda, su doctrina y la comunidad espiritual son los Tres Re fugios. Sin embargo, en el Tíbet se mencionan cuatro refugios: lama, Buda, doctrina y comunidad espiritual. Una mujer alemana interesada por el budismo me preguntó con considerable sorpresa: « ¿ Cómo puede ser que el lama esté considerado como alguien incluso más grande que Buda? No puedo aceptar esto. ¿Qué significa? ». Le dije que tenía razón, porque, de hecho, los refugios de los budistas son sólo tres: Buda, la doctrina y la comunidad espiritual. No obstante, la razón para una consideración especial del lama o guru es que el lama es como un mensajero de Buda, el que en este momento nos introduce en el camino. Además, un lama totalmente cualificado es el equivalente de un Buda. Así pues, aunque exista una razón para tratarlo de un modo separado, en realidad no hay un lama o guru que no esté incluido entre los budas o la comunidad espiritual; existen tres refugios solamente, no cuatro.

 

 Una cuestión diferente son los lamas que no están debidamente cualificados.

 

Cuatro visiones distintivas Como dije anteriormente, en términos de la visión o filosofía, que uno sea budista o no se determina analizando si la persona sostiene o no las cuatro visiones que garantizan un sistema doctrinal como budista. Estas cuatro visiones son:

 

1. Todo lo producido es impermanente.
2. Todas las cosas contaminadas son miserables.
3. Todo fenómeno es vacío y carente de entidad propia.
4. Nirvana es paz.

 

Sin embargo, existe una complicación, ya que una subescuela de la Escuela de la Gran Exposición -la Vatsiputriya- defiende una entidad inexpresable, por lo cual se debate si los que se adhieren a esta escuela son budistas o no en términos de la visión. 

 

Dos niveles de la historia del budismo

El Sutra que aclara el pensamiento, un sutra del Gran Vehículo, explica que Buda expuso tres giros de la rueda de la doctrina; el primero fue el giro de la rueda de las cuatro verdades nobles, el segundo, el giro de la rueda del no carácter y, finalmente, el giro de la rueda de la buena diferenciación. En el primero, Buda dijo que casi todos los fenómenos exis ten por su propio carácter.

 

Después, en la rueda de la doctrina del medio, Buda dijo que todo fenómeno existe sin una entidad propia. Y por último, en la rueda de la doctrina final diferenció el fenómeno, enseñando que las naturalezas imputadas no están establecidas por su propio carácter, pero que las naturalezas establecidas enteramente -la vacuidad- y las potenciadas por otras cosas sí se establecen por su propio carácter.

Muchos historiadores han discutido si el Gran Vehículo en general es la palabra de Buda y, dentro de éste, si el Vehículo del Mantra Secreto es la palabra de Buda. Hablemos de ello desde un punto de vista budista. Buda expuso las doctrinas para los Oyentes de un modo popular; entre los frutos del camino mencionados en las escrituras de los Oyentes hay tres niveles de iluminación: el de los Oyentes, el de los Meditadores Solitarios y el de los Budas. Así pues, también las escrituras de los Oyentes enseñan el camino de los Bodisatvas para alcanzar la iluminación de un Buda. Las escrituras de los Oyentes no enseñan únicamente los caminos de los Oyentes y de los Meditadores Solitarios.

 Yo no utilizo la terminología « Vehículo Inferior » y « Gran Vehículo » porque, al emplearlas, surgen complicaciones; resulta mejor usar «Vehículo del Oyente» y «Vehículo de Bodisatva ». Aun así, cuando se utiliza «Vehículo Inferior», no se trata de considerar algo como inferior, y por tanto despreciarlo. En el Mantra, considerar que a través del Vehículo del Oyente no es posible eliminar las obstrucciones a la libera ción de la existencia cíclica es una infracción grave de los votos tántricos. Así pues, queda claramente explicado que debemos respetar profundamente el Vehículo del Oyente, que no representa algo inferior. Además, en términos de la práctica, un individuo debe realizar todas las prácticas de todos los vehículos, con muy pocas excepciones.

De aquí que se efectúe una explicación de los vehículos grande y pequeño en términos de una mayor o menor motivación; dependiendo de ésta, se utilizará un adiestramiento superior o inferior, con el cual se obtendrán los frutos mayores o menores del cami no. Pero, aunque esto sea así, debido a las confusiones que aparecen al utilizar los términos «Vehículo Inferior» y « Vehículo Superior », yo prefiero los términos « Vehículo del Oyente» y «Vehículo del Bodisatva». En algunas conferencias budistas ya se han efectuado propuestas para no utilizar más los primeros términos.

En las escrituras del Vehículo de los Oyentes, se describen tres tipos de frutos del camino: la iluminación del Oyente, la iluminación del Realizador Solitario y la iluminación del Bodisatva como un Buda. Así pues, también las escrituras de los Oyentes hablan de los Bodisatvas que trabajan para alcanzar el estado de Buda a través de acumular las sumas de mérito y sabiduría durante tres períodos de eones innumerables. Sin embargo, las escrituras del Oyente no establecen claramente el modo de alcanzar el camino del Bodisatva; hablan solamente del camino de las treinta y siete armonías con la iluminación.

 Nagaryuna dijo en su Preciosa guirnalda que, si por cultivar en la meditación únicamente los caminos de las treinta y siete armonías con la iluminación como causa para la realiza ción, uno alcanza no obstante, una iluminación insuperable que sobrepasa la iluminación del Oyente o del Meditador Solitario, entonces se tratar del caso de la producción de un efecto sin causa.

 

De aquí que las escrituras del Oyente, puesto que también hablan del estado de Buda, indiquen implícitamente la existencia de un modo separado de alcanzar el camino del Bodisatva. De esta manera, de acuerdo incluso con las escrituras de los Oyentes, vemos que Buda expuso el Vehículo del Bodisatva para practicantes selectos de karma puro, entre los que se encuentran los seres humanos y los dioses. Aun así, no todas las enseñanzas y actividades de Buda se encuentran disponibles en los registros populares. Por ejemplo, Buda promulgó la segunda puesta en marcha de la rueda de la doctrina en el Pico del Buitre, donde habló de los sutras de la perfección de la sabiduría. Estos sutras indican que allí presentes se hallaban muchos elevados practicantes -humanos, dioses, semidioses y otros-. Sin embargo, cuando visitamos el Pico del Buitre, vemos clara mente que en la pequeña colina podrían acomodarse sólo diez o quince personas. Éste es, pues, el caso de una apariencia -de un lugar de enseñanzas mucho mayor- percibida por practicantes de karma puro; tal aparece a su perspectiva, que es de mayor pureza.

 

 Al existir fuertes controversias sobre si el Gran Vehículo era o no la palabra de Buda, Maitreya estableció, en su Ornamento para los sutras del Gran Vehículo que el Gran Vehículo fue realmente expresado por Buda, al igual que Nagaryuna en su Preciosa guirnalda, Bhavaviveka en su Resplandor del razonamiento, y Shantideva en su Realizando las acciones del Bodisatva. Sin embargo, no queda claro en los registros históricos conocidos comúnmente que las escrituras del Gran Vehículo fueran realmente expresadas por Buda. Éste es mi juicio sobre la situación. Añadiré también que el Mantra Secreto no fue, en general, expuesto en público; más bien fue revelado individualmente a personas extraordinarias cuyos continuos mentales habían madurado hasta ese nivel. Existen también casos en los que la enseñanza tántrica ha ocurrido a través de la aparición de la figura principal de un mandala (una residencia sagrada) -el Buda- en visiones a practicantes de extraordinaria cualificación, debido a su karma y mérito especiales. Así pues, estas enseñanzas pudieron ocurrir mientras Buda Shakyamuni vivía o incluso después de abandonar su cuerpo. De todos modos, se trata de acontecimientos que no competen a los registros de la historia ordinaria.

La necesidad del análisis Sobre la doctrina, las escuelas superiores de aserción -la Es cuela de Sólo Mente y la Escuela del Camino Medio- establecen sistemas para distinguir lo que es definitivo de lo que requiere interpretación. Esto quiere decir que, a pesar de que una doctrina particular se encuentre expresada en las escrituras de Buda, debe ser examinada para determinar si contradice a la razón o no. Si existe perjuicio a través de la razón, no es adecuado afirmar la lectura literal del pasaje tal como es, sino que debe ser interpretado de otro modo. Las cuatro escuelas de aserción -la Escuela de la Gran Exposición, la Escuela del Sutra, la Escuela de Sólo Mente y la Escuela del Camino Medio – citan la palabra de Buda como fuentes para sus doctrinas y hay, simila rmente, muchos modos distintos de afirmar qué es definitivo y qué necesita interpretación.

 

 Así pues, dado que todas las escuelas disponen de citas que pueden servir como fuentes para sus dogmas particulares, es imposible entender, por el mero hecho de confiar en las escrituras, qué enseñanzas representan el pensamiento último de Buda y cuáles se dictaron exclusivamente para una finalidad determinada.

 

Por ello, el propio Buda dijo: « Como (se analiza) el oro : quemándolo, cortándolo y raspándolo. Monjes y eruditos deben adoptar mi palabra No por respeto (hacia mí), Sino tras analizarla bien. »

Por lo tanto, si alguien mantiene una doctrina contradictoria a la razón, esa persona no es adecuada para ser considerada válida o autorizada respecto a ese tema.

 

Así pues, el razonamiento es el principal medio de diferenciación entre lo que es definitivo y lo que precisa interpretación.

 Entonces, ¿ cómo efectuar el análisis ? Sobre este punto, Buda promulgó el principio de las cuatro dependencias:

1. No dependas de la persona, depende de la doctrina.

2. Respecto a la doctrina, no dependas de las palabras, depende del significado.

3. Sobre el significado, no dependas del significado interpretativo, depende del significado definitivo.

4. Sobre el significado definitivo, no dependas de la conciencia (ordinaria), depende de la sabiduría suprema. Debemos analizar las doctrinas utilizando estas cuatro dependencias, con el fin de determinar si una doctrina en particular es indiscutible respecto a su significado. Es importante saber cómo diferenciar entre el pensamiento del que habla y el pensamiento de la escritura. En este sentido, la Escuela de consecuencia representa el pensamiento de Buda como el que habla en las escrituras, y las doctrinas poco habituales de otras escuelas inferiores representan el pensamiento de las escrituras formulado momentos concretos para fines específicos.

Al ocuparnos de los estudios budistas, no debemos olvidar la perspectiva de sistemas múltiples; por el contrario, si tomamos solamente una página, la memorizamos y repetimos simplemente su significado, ¡ nos quedaremos muy desconcertados cuando veamos otra página!

Los Seis Ornamentos del Mundo y las Dos Personas Supremas, representadas en estas pinturas situadas a mi espalda, son seres que proporcionaron métodos tales para el análisis de las escrituras que sus escritos resultan verdaderamente esclarecedores de nuestra visión. Los dos primeros santos eruditos son Nagaryuna y Aryadeva, que escribieron, principalmente, sobre la filosofía de la vacuidad según la Escuela del Camino Medio, la interpretación más alta. Los dos siguientes son Asanga y Vasubandu; su trabajo trata básicamente sobre el aspecto ético o moral, y más bien en cuanto a método que en cuanto a teoría; en cuanto a la teoría, siguen principalmente la Escuela de Sólo Mente. Dado que nosotros, los tibetanos, seguimos la filosofía de la Escuela del Camino Medio, nos declaramos partidarios de Nagaryuna y Aryadeva y formulamos concienzudas objeciones a Asanga y Vasubandhu.

 

Los dos siguientes son los grandes lógicos budistas, Dignaga y Dharmakirti. Toda la lógica budista está basada en el trabajo de Dignaga, especialmente tal como fue desarrollado por Dharmakirti. Sin el trabajo de estas dos personas, la lógica budista podría haber carecido de toda agudeza. Las Dos Personas Supremas son Gunapraba y Shakyapraba, quienes escribieron principalmente sobre disciplina; conducta, cómo comportarse, cómo hacerse monje o monja, el modo de vida de las personas ordenadas, etc. Los Seis Ornamentos del Mundo y las Dos Personas Supremas son verdaderos eruditos de la antigüedad.

Las cuatro verdades nobles

 Abordemos el tema principal: las cuatro verdades nobles. Éstas implican dos explicaciones de causa y efecto; una pertenece a la clase aflictiva del fenómeno y la otra, a la clase purificada del fenómeno. ¿ Qué relevancia tienen estos dos grupos de causa y efecto ? Se describen porque nosotros queremos felicidad y no sufrimiento. Porque deseamos felicidad, se explica la causa y el efecto de la clase purificada del fenómeno, y porque no queremos sufrimiento se explica la causa y el efecto de la clase aflictiva del fenómeno.

 

Estos dos grupos de causa y efecto pueden exponerse, bien en términos de la secuencia temporal, bien en términos del proceso de su comprensión, poniendo énfasis en los factores objetivo y subjetivo, respectivamente. Por ejemplo, Maitreya, en el capítulo cuarto de su Ornamento para la clara comprensión, presenta las cuatro verdades nobles en términos de la secuencia temporal:

« De acuerdo con el orden de la causa y el camino Y el sufrimiento y la cesación… »

«Origen» y «camino» son las dos causas: orígenes verdaderos y caminos verdaderos; y, «sufrimiento» y «cesación» son los dos efectos: sufrimientos verdaderos y cesaciones verdaderas. He aquí una descripción desde el punto de vista objetivo de la secuencia temporal en sí: las verdades segunda y cuarta se presentan delante de la primera y la tercera, respectivamente, causas delante de efectos. Después, Maitreya, en su Tratado del Gran Vehículo sobre el continuo sublime, presenta estas cuatro verdades en el orden de su comprensión desde el punto de vista subjetivo:

« La enfermedad debe ser reconocida: las causas de la enfermedad deben ser abandonadas. »

 El estado de gozo debe ser alcanzado; y la medicina debe ser ingerida.

»Del mismo modo, el sufrimiento debe ser reconocido; la causa, abandonada; la cesación de ambos, conocida; y el camino, emprendido. »

Aquí, y en términos del procedimiento de la comprensión de las cuatro verdades, el sufrimiento está en primer lugar; después las causas del sufrimiento, a continuación su cesación y por último, el camino para lograr la cesación.

 Este último orden se clarifica con el siguiente ejemplo. El sufrimiento es como una enfermedad. Las enfermedades no son deseadas, pero para hacer el esfuerzo de aliviarse es necesario reconocer primero que estás enfermo. Si crees que la enfermedad es un estado de felicidad, no tendrás ningún deseo de quedar libre de ella; así pues, primero debes reconocer la enfermedad.

Cuando la hayas identificado, dado que no deseas ese sufrimiento, indagarás con el fin de determinar cuál es la causa real de tu enfermedad. Ésta es la razón por la que los orígenes verdaderos del sufrimiento son la segunda de las cuatro verdades. A pesar de que cuando has identificado el sufrimiento has generado la actitud de desear liberarte de él, en ese momento todavía no has determinado su raíz, sus causas; por lo tanto no puedes tener confianza en que vas a sanar. No obstante, una vez hayas descubierto la verdadera causa de la enfermedad, te sentirás seguro: «Ahora puedo curarme ». Así llegamos a las cesaciones verdaderas, la tercera verdad noble, ya que, después de identificar la causa principal del sufrimiento, puedes pensar con confianza: «Ahora soy capaz de alcanzar la cesación, la curación de la enfermedad». Cuando sabes que la vida en la existencia cíclica tiene un componente esencial de sufrimiento, y conoces sus causas y la existencia de una cesación del sufrimiento, desarrollas el deseo de investigar el camino que te lleva fuera de éste, así como el deseo de entrar en tal camino. Cuando ves que una enfermedad puede ser curada, buscas la medicina para ello y, si además es necesario operarte, estás dispuesto a soportar esas penalidades temporales con el fin de conseguir la felicidad que es su resultado. Para obtener un mejor o mayor beneficio, sacrificas uno menor. Ésta es nuestra naturaleza, una ley natural.

La necesidad de un examen detallado Se explican dieciséis atributos, cuatro para cada una de las cuatro verdades.

 ¿ Qué razón hay para presentar estos temas con tanto detalle? En la exposición budista, la raíz del sufrimiento surge de la fuerza de la ignorancia, y la destrucción de la ignorancia debe realizarse a través de la sabiduría analítica.

En cuanto al modo en que la sabiduría analítica examina o investiga sus objetos, existen seis modos de examen o in vestigación, realizados con el propósito de erradicar finalmente el sufrimiento. El primero es examinar el significado de las palabras, esto es, investigar su significado palabra por palabra. El segundo es examinar las realidades de las cosas en cuanto a si son internas o externas. El tercero es investigar el carácter de los fenómenos: su carácter individual o particular y su carácter general. El cuarto es investigar los tipos de fenómeno por lo que respeta al lugar donde residen las cualidades favorables y las desfavorables. El quinto es investigar el tiempo, porque la transformación del fenómeno depende del tiempo.

 

 El sexto es examinar el razonamiento, dentro del cual hay cuatro tipos:

 

1. El razonamiento de la dependencia: que los efectos dependen de las causas. 2. El razonamiento de la ejecución de la función: por ejemplo, que el fuego ejecuta la función de quemar, o que el agua desempeña la función de humedecer. 3. El razonamiento de la naturaleza: que cada fenómeno tiene su propia naturaleza; por ejemplo, que el fuego tiene la naturaleza del calor y el agua tiene la naturaleza de la humedad.

4. El razonamiento del establecimiento válido: la no contradicción con la percepción directa y la inferencia.

 Hay dos tipos de cognición válida: la directa y la inferencial; esta última es de tres clases: inferencia por el poder del hecho, inferencia por reputación e inferencia de las escrituras por medio de la credibilidad. La base para generar una conciencia inferencial es un signo lógico. La importancia de los signos lógicos o razones se debe al hecho de que una conciencia inferencial es una comprensión de un objeto -generalmente oculto a la percepción directa- dependiente de un signo correcto e inequívoco. Los maestros de lógica -Dignaga, Dharmakirti y otros- presentaron estos tipos de razonamientos muy detalladamente.

Un signo correcto o razón tiene tres características. En pocas palabras, quiere decir que:

1. el signo se establece como una propiedad del objeto.

2. se establece la pervasión hacia delante, y 3. se establece la pervasión hacia atrás.

Estos signos correctos se presentan desde muchos puntos de vista diferentes.

En cuanto a su entidad, hay tres tipos de signos correctos: signos que son efectos (de cuya presencia puede inferirse la existencia de sus causas), signos de una misma naturaleza (como en el caso en que afirmamos que algo es un árbol porque es un roble), y signos de no observación (cuando se demuestra la ausencia de algo al no ser percibido a pesar de tener todas las condiciones para su percepción si estuviera presente).

 Por otra parte, cuando los signos correctos se dividen para demostrar lo que se afirma o niega, existen dos clases: signos de un fenómeno positivo y signos de un fenómeno negativo. Después, en términos de la parte a quien se dirige la prueba, hay signos correctos en el caso del propósito propio -demostrando algo a uno mismo a través de razones- y signos correctos en el caso del propósito de otro -demostrando algo a otra persona-. También, en cuanto al tipo de prueba, tenemos cinco signos:

1. Signos que indican convencionalismos; esto quiere decir que ya se sabe el significado pero hace falta conocer el nombre.

2. Signos que indican significados.

3. Signos que indican meros convencionalismos.

4. Signos que indican meros significados.

5. Signos que indican significados y convencionalismos.

Todos ellos están incluidos dentro de los signos que son efectos, signos de una naturaleza similar y signos de no observación, pertenecientes al primer tipo de división a través de la entidad. En lo que atañe al tiempo, situación y persona a quien se está exponiendo una razón específica, se afirma un signo de efecto, un signo por naturaleza o un signo por no observación.

Cada una de estas tres divisiones por entidad presenta también otras muchas subdivisiones. Por ejemplo, los signos de efecto son de cinco tipos, aquellos que demuestran:

1. una causa en sí,

2. una causa precedente

3. una causa general 4. una causa particular

5. un signo de efecto correcto, el cual es un método para inferir atributos causales.

Del mismo modo, entre los signos por no observación, contamos con signos correctos por la no observación de lo que no aparece y signos correctos que son no observaciones de lo que sería pertinente que apareciera si estuviera presente. Éstos se dividen en otras once clases. Algunos eruditos establecen incluso veinticinco divisiones, tales como la no observación de un objeto relacionado, la no observación de una causa o la observación de un objeto contradictorio.