Bondad amorosa, la raíz de la práctica[1]
Por S.S. Penor Rinpoche
Ésta es la raíz de todas las prácticas del Dharma:
la generación de la Bodhicitta [bondad amorosa]. Si uno realmente puede generar una verdadera Bodhicitta dentro de su propia mente, entonces se hace muy fácil acercarse a la liberación final. La Bodhicitta es conocida como la mente del despertar. La mente del despertar no tiene parcialidad y beneficia por igual a todos los seres sintientes. Si tenemos la idea de hacer algo bueno y beneficioso sólo para nuestras familias y amigos y, a la vez, queremos crear todo tipo de obstáculos para alguien que no nos gusta o que consideramos como un enemigo, esto no es Bodhicitta.
[1]Loving-kindness, the root of practice
La generación de Bodhicitta, la mente del despertar, tiene el propósito de beneficiar a todos los seres sintientes sin excepción alguna. Incluso las criaturas vivientes como las hormigas, en su esencia, también tienen la naturaleza búdica. Incluso cucarachas. No hay diferencia en el tamaño de la forma. En las enseñanzas se dice que el espacio no tiene límites, que el espacio es inconmensurable, y similarmente, los seres no tienen un límite. Su número es incalculable. Por lo tanto, tenemos que generar el tipo de Bodhicitta que es inconmensurable para todo este inconmensurable número de seres.
Si la Bodhicitta, la mente del despertar, es intrínseca a tu continuum mental desde el nacimiento, entonces, por supuesto, ¡eso es muy bueno! Pero si no se puede generar Bodhicitta de esta manera o tener ese tipo de calidad, por lo menos uno puede entender la necesidad y la importancia de la Bodhicitta. Basándonos en esto, uno puede recibir los votos del Bodhisattva de un maestro y también del cuerpo, del habla y de los soportes mentales – como santuarios y altares. Al recibir los votos del Bodhisattva, podemos aplicar todo esto en la práctica, y el hecho de que hemos nacido como seres humanos se convierte en algo realmente significativo.
Dentro de nuestra mente hay toda clase de aflicciones mentales o contaminantes que se conocen como los cinco venenos. Estas son las principales causas por las que experimentamos todos los tipos de sufrimientos y problemas en Samsara. Es por eso que nuestra responsabilidad más importante como practicantes es descubrir cómo podemos deshacernos de esta mente afligida, cómo podemos abandonar y cómo podemos suprimir estos venenos.
Es difícil al principio realmente generar Bodhicitta, el pensamiento positivo de beneficiar a todos los demás seres sintientes, dentro de la mente de uno. Pero si pensamos constantemente en esto y tratamos de contemplar y entrenarnos a nosotros para hacer todas estas prácticas así se tornará fácil, como un hábito. Todos los budas y bodhisattvas del pasado, innumerables como las estrellas del cielo, todos estos seres iluminados fueron, al principio, lo mismo que nosotros – simplemente seres sintientes. Ellos no nacieron desde el principio como Budas.
Así, con este precioso nacimiento humano, cuando tenemos toda esta comprensión intelectual, realmente tenemos que contemplar y reflexionar sobre cuál es el mejor beneficio que uno puede lograr en esta vida. Podríamos simplemente completar nuestras actividades cotidianas o mundanas. Pero esto sigue siendo sólo el cultivo de los mismos tipos de causas y condiciones, lo que sólo nos remete a Samsara nuevamente. No vamos a alcanzar la felicidad última. Incluso si tenemos una posición muy alta o si tenemos todo tipo de lujos y pertenencias materiales, o si tenemos fama y muy buenos amigos y muchos súbditos o sirvientes, aún no hay en todo esto una verdadera esencia de la que uno se pueda beneficiar. Así que si gastamos toda nuestra vida sólo buscando el éxito, todavía percibiremos que no hay nada en que podamos confiar. Todo es tan impermanente y cambiante.
Todos ustedes tienen algún entendimiento intelectual así que pueden pensar y examinar por sí mismos y comprender lo que realmente está pasando. Hay que examinar y reflexionar sobre lo que uno realmente ha hecho y los beneficios que uno realmente está obteniendo de la vida. Incluso si uno es muy rico, muy intelectual, muy sabio – si nos fijamos en nosotros mismos, en nuestra propia mente, podemos entender hasta qué punto la experiencia de la paz o de la felicidad está realmente allí.
Traducido por Viviane Ricieri Borges Leão, para beneficio de todos los seres sintientes. Que cualquiera que lea, piense o recuerde estas palabras, pueda verse liberado de todo sufrimiento, y logre la felicidad última.
Fuente: http://palyul.org/eng_teachings-meditation.htm