dor4.gifLa presente es una carta abierta difundida por la organización “The Network for Western Buddhist Teachers” (Red de Maestros Budistas Occidentales) establecida en Tucson, Arizona.

Del 16 al 19 de marzo de 1993, se sostuvo una reunión en Dharamsala, India, entre Su Santidad el catorceavo Dalai Lama y un grupo de veintidós maestros occidentales del Dharma, pertenecientes a las principales tradiciones budistas de Europa y América. También se contó con la presencia de los lamas tibetanos Drikung Chetsang Rimpoché, Pachen Otrul Rimpoché y Amchok Rimpoché. El objetivo de la reunión fue discutir abiertamente una extensa lista de problemas acerca de la transmisión de la enseñanza del Buda a los países occidentales.

Después de cuatro días de presentaciones y discusiones acordamos los siguientes puntos:

1. Nuestra primera responsabilidad como budistas es trabajar por la creación de un mundo mejor para todas las formas de vida. La promoción del budismo como religión es una preocupación secundaria. Amabilidad y compasión, fomentar paz y armonía, así como tolerancia y respeto hacia las demás religiones, deberían ser los tres principios rectores de nuestras acciones.

2. En Occidente, en donde tantas diferentes tradiciones budistas coexisten, uno tiene que mantenerse alerta ante el peligro del sectarismo. Tal actitud de división suele generarse por la falta de entendimiento o de aprecio hacia algún elemento fuera de su propia tradición. Por lo tanto, los maestros de todas las escuelas se beneficiarían muchísimo al estudiar y adquirir una experiencia práctica de las enseñanzas de otras tradiciones.

3. Los maestros tendrían también que estar abiertos a las influencias benéficas de otras tradiciones religiosas y seculares. Por ejemplo, la visión y las técnicas de la sicoterapia contemporánea pueden ser de gran valor para reducir el sufrimiento que experimentan los estudiantes. Al mismo tiempo, se deben alentar esfuerzos para desarrollar prácticas de orientación sicológica dentro de la tradición budista existente.

4. La posición de una persona como maestro surge en relación con los requerimientos de sus estudiantes, no sólo al ser nombrado como tal por una autoridad más alta. En consecuencia, el estudiante deberá tener gran cuidado al seleccionar a un maestro apropiado. Se debe tomar el tiempo suficiente para efectuar esta selección, la cual debería basarse en una investigación personal, en la razón y en la experiencia. Se debe alertar a los estudiantes acerca de los peligros de dejarse llevar por el carisma, por los charlatanes o por el exotismo.

5. Se manifestó una preocupación particular acerca de las conductas no éticas entre los maestros. Tanto los maestros asiáticos como los occidentales se han visto involucrados en escándalos sobre conduct sexual inapropiada con sus estudiantes, consumo de alcohol y drogas, malversación de fondos y abuso de poder. Esto ha ocasionado daños generalizados hacia la comunidad budista y las personas involucradas. Se debe alentar a todos los estudiantes para tomar medidas responsables con el fin de confrontar a los maestros cuyo comportamiento carezca de ética. Si el maestro no muestra intenciones de reformarse, los estudiantes no deben dudar en hacer pública cualquier actitud no ética de la cual tengan una evidencia irrefutable. Esto deberá hacerse sin tomar en cuenta cualquier aspecto positivo del trabajo del maestro o el compromiso espiritual que uno tenga hacia él. Asimismo, en toda divulgación debe quedar claro que tal conducta no concuerda con las enseñanzas budistas. No importa el nivel de realización espiritual que el maestro tenga o pretenda haber alcanzado, nadie puede estar por encima de las normas de conducta ética. Es necesario que todos los maestros vivan por lo menos conforme a los cinco preceptos budistas laicos, a fin de evitar tanto el desprestigio de las enseñanzas del Buda como cualquier daño a los estudiantes y maestros. En caso de que las normas éticas hayan sido infringidas, se deberá mostrar compasión y afecto hacia ambos, maestro y estudiante.

6. De la misma forma que las enseñanzas de Buda se han adaptado a una gran variedad de culturas a través de su historia en Asia, resulta obvio que se transformarán de acuerdo con las condiciones del mundo occidental. Si bien los principios del Darma son atemporales, necesitamos discernir con cuidado entre las enseñanzas esenciales y las trampas culturales. Sin embargo, puede surgir la confusión por varias razones. Tal vez exista un conflicto entre la lealtad hacia nuestros propios maestros asiáticos y la responsabilidad hacia nuestros estudiantes occidentales. De la misma forma, quizá surjan desacuerdos acerca del valor respectivo de la práctica monástica y la laica. Además, afirmamos la necesidad de igualdad entre los géneros para todas las facetas de la teoría y práctica budista.

Su Santidad alentó a los maestros occidentales para asumir una mayor responsabilidad en la solución creativa de los problemas presentados. Para muchos, el consejo de Su Santidad sirvió como una profunda confirmación de sus propios sentimientos, preocupaciones y acciones.

Además de poder hablar de los problemas en forma directa con Su Santidad, la conferencia sirvió como un valioso foro para que los maestros de diferentes tradiciones intercambiaran puntos de vista.

Ya estamos planeando reuniones posteriores con Su Santidad e invitaremos a otros colegas que no estuvieron presentes en Dharamsala a participar en el proceso subsecuente. Su Santidad se propone invitar a más dirigentes de las diferentes tradiciones budistas de Asia para las próximas reuniones.

Firman:

Fred von Allmen

Ven Ajahn Amaro

Ven Olande Ananda

Martine Batchelor

Stephen Batchelor

Alex Berzin

Ven. Thubten Chodron (Cherry Greene)

Lama Drupgyu (Tony Chapman)

Lopon Claude d’Estree

Edie Irwin

Junpo Sensei (Denis Kely)

Brendan Lee Kennedy

Bodhin Kjolhede Sensei

Jack Kornfield

Dharmachari Kulananda

Jakusho Bill Kwong Roshi

Lama Namgyal (Daniel Boschero)

Ven. Tenzin Palmo

Ven. Thubten Pende (James Dougherty)

Lama Surya Das (Jeffrey Miller)

Robert Thurman

Sylvia Wetzel